Cómo y por qué murió Antonio machado en Francia ?
Al otro lado de los Pirineos, cruzando la frontera con Francia, permanece inalterable en el tiempo el recuerdo del miembro más destacado de la generación del 98, el poeta Antonio Machado. Como él mismo relataba en su autobiografía le profesaba “un gran amor a España”, pero tuvo que dejar su país de origen para refugiarse, como tantos otros, en tierras galas. Huyendo del franquismo que perseguía las ideas republicanas, Machado llegó al exilio arropado por su familia a la ciudad de Colliure, en los Pirineos Orientales.
Un enclave donde también se establecerían otros muchos exiliados españoles. Cuando entró en la ciudad, el 27 de enero de 1939, ya estaba gravemente enfermo y menos de un mes después, el 22 de febrero de ese mismo año, le venció la muerte. “La nave que nunca ha de tornar” se lo llevó a bordo muy pronto, impidiéndole disfrutar de la ansiada libertad que le había llevado hasta la localidad francesa.
Colliure, el hogar de Machado para la eternidad
La pintoresca Colliure fue testigo de la muerte del escritor, cuyos restos reposan en su pequeño y modesto cementerio. Aunque varios intelectuales y autoridades del país quisieron llevárselo a París para enterrarlo con honores, su familia prefirió que descansase en este hermoso pueblo costero. Su hermano Manuel había escuchado de sus labios uno de sus últimos deseos: “quien pudiera vivir tras una de esas ventanas, libre ya, de toda preocupación”.
Estas palabras, que dijo Machado mientras señalaba en la playa las humildes casitas de los pescadores, hicieron que eligieran este lugar para que el poeta “durmiese el último sueño”. Desde entonces, la tumba de Antonio Machado en Colliure se ha convertido en un centro de peregrinación para los incondicionales de su obra, que acuden a visitarla como símbolo de la admiración hacia su legado humano y poético. La tumba de Machado, que es hoy un emblema del exilio, siempre está adornada con flores frescas, notas, poesías y banderas republicanas que recuerdan el motivo por el que el autor tuvo que marcharse al exilio.
Collioure, un lugar marcado por el arte y el exilio
Esta localidad también fue testigo de la vida de muchos compatriotas del autor. Algunos vivieron allí sus horas más amargas, cuando el imponente Castillo Real de Collioure se convirtió, un mes después de la muerte de Machado, en un campamento disciplinario para republicanos de la guerra civil española. Pero también fue un espacio para el arte, que inspiró a célebres artistas como André Derain, Picasso o Matisse, quien volvía una y otra vez a Colliure para pintar sus paisajes en los que decía encontrar “todos los colores del Mediterráneo”.
Y es que la “ciudad de los pintores”, que guarda una estrecha relación con el Fauvismo, atesora entre sus callejuelas enormes encantos. Sus fachadas de colores, un patrimonio histórico extraordinario y su puerto pesquero en un mar azul la han hecho un destino especial para los admiradores del poeta sevillano, que vivió sus últimos días paseando por sus playas en este entorno lleno de vida y luz.
La emoción siempre embriaga al viajero cuando llega a Colliure, la ciudad francesa que acoge la tumba de Antonio Machado y que mantiene en su memoria la memoria del gran poeta español.
Quinok, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons